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Es una fecha de carácter histórico que recuerda los hechos que ocasionaron el estallido de la revolución el 20 de noviembre del año 1910. Este conflicto surgió como resultado del descontento hacia la dictadura de Porfirio Díaz, desencadenando una Guerra Civil.

Su festivo oficial, tradicionalmente, se traslada al día lunes anterior o posterior a la fecha de ocurrencia original y dependiendo del año.

El 20 de noviembre tuvo lugar el inicio de uno de los sucesos más importantes de la historia de México: la Revolución Mexicana.

Fue uno de los conflictos armados con mayor trascendencia en América Latina por su carga social y política. Es por ello que, el 20 de noviembre, se recuerda el estallido de esta insurrección que vino a transformar el país en materia social, económica y política, dejando atrás un duro periodo dictatorial.

El 26 de junio de 1910 se realizaron elecciones presidenciales resultando electo Porfirio Díaz, esto agravó la situación. Francisco Madero, su opositor más prominente, escapó a Texas. Allí elaboró el históricamente famoso Plan de San Luis.

En el Plan, se convocaba al pueblo a la lucha armada y declaraba nulas las elecciones presidenciales, proclamándose Madero como presidente provisional de la nación y jefe de la revolución.

A su vez, Madero pedía reivindicaciones sociales para los obreros y los indígenas. Por ello, seleccionó el día 20 de noviembre de 1910 como la fecha en la que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Aunque esto no sucedió así, ya que los hechos se adelantaron unos días.

El día 18 de noviembre, el gobierno porfirista sospechó del movimiento que encabezaba Aquiles Serdán, líder antirreeleccionista. Así, se organizó una intervención policial ese mismo día en el domicilio de Serdán.

Cuando los agentes llegaron al domicilio, se produjo un tiroteo entre los agentes y los integrantes de la familia Serdán. Aquiles permaneció durante horas en su casa, hasta que el 19 de noviembre recibió un disparo y falleció.

Después de este hecho, se dieron diferentes golpes por distintos puntos del país, especialmente por el norte. Estos fueron liderados por Zapata, Francisco de Pancho Villa y Pascual Orozco, entre otros.

Entre 1916 y 1928 las luchas revolucionarias y contrarrevolucionarias continuaron. El conflicto por obtener el poder no cesó ni luego de ocurrida la revolución constitucionalista.

No se tiene precisión de cuando acabó la Revolución Mexicana. Algunas fuentes señalan que entre 1917, con la proclamación de la Constitución Mexicana, o con la presidencia de Plutarco Elías Calles.

Mientras, algunos historiadores presumen que no fue sino hasta los años 40, cuando históricamente debe considerarse que termina el suceso.